Áreas de trabajo en la Asociación
Familia
Como sucede con gran parte de los conceptos fundamentales en el ámbito de las Ciencias Sociales, es muy difícil establecer una definición unívoca de lo que se entiende por "familia". Además, a pesar de ser una institución con siglos de historia, no se ha mantenido estática, sino que por el contrario ha ido cambiando y adaptándose al contexto. Durante mucho tiempo se sostuvo que la familia era el grupo social compuesto por una pareja con hijos (lo que sociólogos como Emile Durkheim o Talcott Parsons denominaron familia nuclear), modelo correspondiente a las sociedades modernas, urbanizadas e industrializadas. Sin embargo, con el paso del tiempo se demostró que este modelo no era exclusivo, sino que convivía con otras formas familiares. En la actualidad lo que se observa es que el parentesco biológico no siempre coincide con el parentesco doméstico. De modo que es posible encontrar una multiplicidad de formas familiares entre las que se podría mencionar: familias monoparentales, familias de tejido secundario (divorciado/a con pareja e hijos), uniones consensuales, homosexuales con hijos, familias unipersonales.
Donde sí existe un mayor consenso es en el reconocimiento de la importancia que esta institución tiene para las sociedades. Muestra de ello es que la defensa de la familia está presente en textos e instrumentos que resultan claves para la organización social, como pueden ser las constituciones o las declaraciones de derechos. En nuestra constitución se estipula que "...la ley establecerá la protección integral de la familia..." (ART. 14 BIS), mientras que la Declaración Universal de los Derechos Humanos sostiene que "La familia es el elemento natural y fundamental de la sociedad y tiene derecho a la protección de la sociedad y del Estado." (ART. 17, INCISO 1, 1948).
Además, la familia se erige como uno de los núcleos básicos de toda organización social, convirtiéndose en una pieza fundamental en el cumplimiento de funciones tan diversas y nucleares como son la socialización, la educación, interiorización de normas y modelos, y el apoyo y contención frente a situaciones adversas (como pueden ser el desempleo o las enfermedades). Es por ello que coincidimos con los autores (como Esping Andersen, Serrano) e instituciones (CEPAL; UNFPA, UNIFEM) que señalan que para hacer frente a algunos de los grandes desafíos actuales -niños sin techo, aumento del consumo de drogas, abuso sexual o maltrato contra la mujer- es necesario diseñar las políticas sociales aplicando un enfoque que haga énfasis tanto en los individuos como en las familias.
A nuestro entender esta forma de abordar las problemáticas sociales contiene una enorme potencialidad, ya que se ha demostrado que aunque en la actualidad se ponga especial énfasis en la individualidad y en la capacidad de las personas de construir su propio destino, siguen siendo determinantes los factores asociados con las características familiares y la pertenencia grupal a la hora de definir la posición social de los sujetos dentro de la estructura social. A lo que habría que añadir que una de las principales consecuencias de los importantes cambios que se han producido en las últimas décadas ha sido que todo lo relativo a la familia (tipo de relaciones, tareas al interior del hogar, entre otros) ha dejado de considerarse como propio del ámbito de lo privado para pasar a ocupar un lugar preeminente en la agenda política y legislativa.
Todo ello impulsa a la AAPS a la apertura de una línea de análisis centrada en la familia. A través de la misma, buscamos no sólo poner en conocimiento de los lectores la actualidad en lo que respecta a esta organización social, sino también realizar aportes significativos para mejorar el diseño de de las políticas públicas y la elaboración de legislación, de cara a que sean acordes a la nueva realidad de las familias.
